miércoles, 8 de julio de 2009

L'année dernière á Marienbad

Aquí os presento una de mis películas favoritas, El año pasado en Marienbad. Una obra de arte magistral que nos ofrece un juego fascinante a través del tiempo y la memoria. Dirigida por Alain Resnais y escrita por Alain Robbe-Grille, es también una de las cintas más enigmáticas de la historia del cine, en la que todas y cada una de las secuencias atraen la atención sobre sí mismas, sin aparente ni especial conexión narrativa con las que las siguen o preceden. En un barroco hotel, un extraño, X, intenta persuadir a una mujer casada, A, de que abandone a su marido, M, y se marche con él. Se basa en una promesa que ella le hizo cuando se conocieron el año anterior, en Marienbad, pero la mujer parece no recordar aquel encuentro. ¿Qué ocurrió realmente el año pasado en Marienbad? El film comienza con una voz en off que describe las estancias del hotel, aunque en seguida nos percatamos de que no coincide casi nunca con lo que las imágenes muestran: cuando la voz menciona columnas, la imagen presenta espejos; cuando lámparas, pesadas colgaduras… De esta manera la voz por un lado y la imagen por otro adquieren, cada una, un valor autónomo. Esta será una constante de toda la película, la cámara va por un lado y el argumento por otro completamente distinto. En esta obra la expresión de la imagen va sustituyendo a la expresión a través de la imagen. Así, la película se libera del sistema narrativo tradicional, creando un lenguaje propio que desconcierta a la vez que atrapa, que nos sumerge en un apasionante mundo en el que tiempo y espacio cobran un significado metafísico y existencial, al igual que ocurre cuando contemplamos una calle boloñesa o un cuadro de Giorgio de Chirico.

1 comentario:

  1. En la película, el personaje M (cuya conducta parece por momentos absolutamente irracional) propone a diferentes personajes, incluso al misterioso X, jugar a algunos juegos a los que sorprendentemente gana siempre. Uno de ellos es el Nim. Tanta popularidad le dio la película al juego que en muchos lugares se le conoce aún hoy en día precisamente como Marienbad. He aquí la escena:
    M: Sugiero que juguemos a otro juego. Conozco uno al que siempre gano.
    X: Si no puedes perder, no es un juego.
    M: Puedo perder, pero siempre gano.
    X: Juguemos.
    M: Juegan dos personas. Las cartas se colocan del siguiente modo. (Las va colocando sobre la mesa). Siete, Cinco, Tres, Uno. (Hace tres filas con ese número de cartas en forma triangular, en clara referencia al triángulo amoroso que sustenta el argumento de la película). Cada jugador retira tantas cartas como desee, pero de una única fila en cada turno. El jugador que retira la última carta es el perdedor. ¿Querría empezar?

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