lunes, 6 de julio de 2009

John Cage

A John Cage (Los Ángeles, Estados Unidos, 5 de septiembre 1912) se le puede situar dentro de la corriente vanguardista norteamericana de la segunda mitad del siglo XX, influyente tanto en las tendencias experimentales contemporáneas de Estados Unidos como de Hispanoamérica. John Cage desarrolló muy pronto una tranquila pero tenaz voluntad de experimentación aplicada en particular a la música, y en un campo más amplio de exploración, al lenguaje. Fue fundamental su experiencia de aprendizaje con el músico A. Schönberg, de 1934 a 1937, que lo convirtió en seguida en un compositor radical, inventor de una música vivida como "incorporación de sonidos" y, por lo tanto, también de "silencios", definidos como "sonidos inaudibles". En los años cuarenta funda, junto con los artistas Motherwell y Rosenberg, la revista Possibilities, muy cercana al expresionismo abstracto. Poco a poco se va desligando de dicho movimiento, decantándose por la invención frente a la expresión: es en sus “piezas indeterminadas” donde da rienda suelta a la exploración de la naturaleza de los sonidos y del ritmo, tal y como se aprecia en sus Sonatas and Interludes, de 1948. Su obra influye en el desarrollo del arte pop, encontrando eco en Nam June Paik y en la experiencia fluxus 1. En su producción musical, Cage se sitúa más allá de cualquier categoría preestablecida, incluida la dodecafonía. Tras haber traspasado todas las barreras armónicas, su uso heterodoxo de los instrumentos tradicionales le llevó al descubrimiento de sonoridades inéditas. Usó distorsiones para sus instrumentos llegando a declarar: "Creo que el uso de ruidos en la composición musical irá en aumento hasta que lleguemos a melodías producidas mediante instrumentos eléctricos, que pondrá a disposición de la música cualquier sonido y todos los sonidos que el oído pueda percibir". En este ámbito se encuentra la idea del Prepared piano (1938), que consiste en la creación de sonoridades inesperadas colocando entre las cuerdas de un piano tradicional objetos inusuales como tuercas y tornillos. La adopción del silencio como parte integrante de la partitura musical -es célebre en este aspecto su 4'33'' (1952), que deja penetrar en sus 4 minutos y 33 segundos de silencio los sonidos ambientales- consagró ya en su época a J. Cage en la vanguardia musical. Pero otros aspectos relevantes de su poética le hicieron también merecedor de un lugar destacado en el mundo de la filosofía contemporánea: por ejemplo, la adopción del "alea", o composición mediante operaciones casuales ("alea operations"). Con el uso del "alea" y negando al autor cualquier cualidad demiúrgica, Cage consagra definitivamente el fin de toda ideología y ratifica la afirmación de la estética posmoderna. En este sentido se sitúa HPSCHD (1968), obra para clavicémbalo y ordenador programado según el libro de las mutaciones chino, I-Ching.

“La música es organización de sonidos, silencios, y duraciones que construyen edificios audibles”. Escritos al oído. John Cage

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