sábado, 29 de enero de 2011

Fabricado para no durar

Comprar, tirar, comprar

Un documental sobre la obsolescencia programada, o lo que es lo mismo, la reducción deliberada de la vida de un producto para incrementar su consumo. Baterías que se "mueren" a los 18 meses de ser estrenadas, impresoras que se bloquean al llegar a un número determinado de impresiones, bombillas que se funden a las mil horas... ¿Por qué, pese a los avances tecnológicos, los productos de consumo duran cada vez menos? ¿Quieres saber dónde terminan? En 1911 se anunciaban bombillas con una duración certificada de 2500 horas pero en 1924 los principales fabricantes pactaron limitar su vida útil a 1000. El cártel que firmó este pacto, llamado Phoebus, nunca existió oficialmente pero en "Comprar, tirar, comprar" se nos muestran pruebas documentales del mismo como origen de la obsolescencia programada. En Livermore, California, encontramos la bombilla más antigua del mundo. Encendida sin interrupción desde 1901, está en internet 24 horas al día. De momento se han agotado ya dos webcams y la bombilla va por la tercera. INCREIBLE...

Todo esto y mucho más en este estupendo documental.
Podéis verlo entero en http://www.rtve.es/alacarta/#983391

sábado, 22 de enero de 2011

The Band “The last waltz”

Director: Martin Scorsese.

Título original: The Last Waltz

Año: 1978

Duración: 111 min.

Nacionalidad: EE.UU.

Género: Documental

The last waltz (El último vals) es una película documental sobre el concierto de despedida del grupo canadiense The Band, realizado el Día de Acción de Gracias del año 1976 por Martin Scorsese de una manera soberbia pero a la vez simple y sin exhibicionismos. The Band Llevaba más de 15 años de carrera, con grandes trabajos editados que combinaban las raíces country-blues de su país, con efluvios de rock sucio y vibrante, los mismos que contagiaron al cantautor Bob Dylan a mediados de los setenta y que le incitaron a cambiar la guitarra acústica por la eléctrica. Los discos "Music for the Big Pink" (1968) y "The Band" (1969), y las giras acompañando a Dylan fueron su testamento más importante. Lo habían logrado prácticamente todo y querían probar nuevos caminos por separado.

Con esta película el autor neoyorquino ofrecía un valioso ejemplo de cómo abordar este tipo de proyectos, con una puesta en escena que sobrepone el valor y la comunión de la música, el público y sus intérpretes, al ejercicio de estilo autocomplaciente, el cual termina hastiando, distrayendo más que exponiendo, alejando más que acercando. Todo ello sin perder un lúcido aspecto visual y un tono cercano a sus partícipes que nos aproxima de manera directa y personal al disfrute de su obra y a la atención de sus pensamientos.

Aunque toda la película resulta memorable y un auténtico regalo para los amantes del rock de verdad, no el rock del marketing o el de la bobería, existen momentos cumbre, inolvidables, como la reunión de la banda con Ronnie Hawkins, su primer mentor cuando The Band se hacían llamar The Hawks; la intervención de Neil Young interpretando la excelente canción “Helpless”, que había grabado junto a Crosby, Stills & Nash; el antológico duelo guitarrero entre Eric Clapton y Robertson; la participación de Muddy Waters, filmada en plano secuencia, o la majestuosa aparición de Bob Dylan dando inicio a la balada “Forever young”, para animar el ritmo con posterioridad con la soberbia “Baby let me follow you down”. Tampoco podemos olvidar la intervención de leyendas musicales como la del irlandés Van Morrison, la del Dr. John y su piano cantando de manera espléndida “Such a night”, la de Joni Mitchell, quien también hace coros a Young, la de Paul Butterfield con su armónica, o la de la gran dama del country Emmylou Harris, quienes se unen, con las adiciones estelares de Ringo Starr y Ron Wood, en un apoteósico final cantando el tema de Dylan “I shall be released”.

Si la actuación transmite el latido de cada instrumento, las emociones, la camaradería... las entrevistas son una disección espontánea de una banda en su lado más íntimo. Algunas de las cuales fueron realizadas a miembros completamente ebrios (la borrachera del pianista Richard Manuel es más que notable). Improvisan canciones en el sofá, hablan sobre sus duros orígenes en la música, de las chicas en la carretera... y divagan acerca de la historia de la música de su país. Sin tapujos, tal y como son.

A parte del concierto y las entrevistas, Scorsese añadió también unas actuaciones de The Band en los estudios de la Metro de Cuver City, donde interpretan la hipnótica pieza instrumental "The last waltz", compuesta para la ocasión, además de otros hitos de su carrera, como la bellísima "The weight" junto con los Staple Singers.

En suma, los tres segmentos que conforman el film, sabiamente entrecruzados, ofrecen una panorámica sincera y desnuda de lo que significó The Band, una de las bandas de rock más importantes de los sesenta. Un Magnífico documento, amigos.

The band

The Band: Richard Manuel, Garth Hudson, Levon Helm, Robbie Robertson y Rick Danko

Fuente: http://purpuraprofunda-thumb.blogspot.com/