sábado, 19 de diciembre de 2009

¡AVISO!

ABTÉNGANSE PORFAVOR de entrar en este espacio seres aborregados seguidores de porquerías televisivas como Fama, Operación triunfo, Elígeme, Sálvame diario, Mujeres y hombres y viceversa, telenovelas varias, programas del corazón... y todas esas fábricas de mierda vomitivas y vulgares que monopolizan la programación televisiva, así como aquellos en cuyo elenco de películas favoritas se incluyen títulos como Luna nueva, Fast and the furius, American pie, Transformers, XXX, Titanic, Señales, Scary movie, La casa de cera, Sr. y Sra. Smith... y demás bodrios infumables que nos llenan cartelera y TV semana a semana. Asimismo, no es aconsejable la entrada a gente que alaba las novelas rosas o libros como El código Da Vinci, Ángeles y demonios, Juventud en éxtasis... y demás "best sellers" vulgares, fútiles y sin ninguna calidad literaria, tampoco a personas capaces de comprar autobiografías como las de María Teresa Campos, Dinio, Tamara o Ana Rosa Quintana, por supuesto. Quiero ampliar un poco la lista con aquellos sujetos que escuchan hasta la saciedad emisoras como Los 40 "subnormales" en donde nos bombardean con "cantantes" infames como Carlos Baute, Marta Sánchez, Bustamante, Bisbal, Hanna Montana, Enrique Iglesias, Britney Spears, Don Omar, Camela, Jonas Brothers, David Civera, Merche, Amaia Montero y un sinfín de imbéciles que creen que hacen música cuando no paran de defecar falsetes insoportables sustentados en letras de una bajeza espectacular. Pido perdón porque dejo atrás una lista ingente de inmundicia que se aprovecha de ADOLESCENTES SUBNORMALIZADOS Y HORTERAS para fundamentar sus espeluznantes creaciones. Todos los adeptos a la escoria antes mencionada no encontrarán nada de su agrado en el contenido de este blog, AVISADOS ESTÁN.


Rechazo al empirismo

"He soñado, a menudo, que estoy en esta habitación. He soñado que he estado sentado cerca de la chimenea, calentándome las manos al fuego. Cuando sueño no siento nunca duda sobre la verdad de mis sueños; cuando he soñado que estaba sentado en esta habitación, me ha sido imposible dudar que fuera verdad. No obstante, ha resultado después que era un sueño y que, por tanto, yo no estaba en esta habitación sino en mi cama. ¿Cómo puedo, en la situación en que me encuentro ahora, probar que no estoy soñando? Es psicológicamente imposible para mí dudar de que estoy despierto. No es un sueño el que yo esté ahora escribiendo en este papel; puedo decir incluso que que no estoy soñando. Pero decir que yo sé, es estar obligado a responder a la cuestión de cómo lo sé -debo poder probar que no estoy soñando-. Si no puedo encontrar los criterios según los cuales puedo probar que no sueño, ¿cómo puedo entonces justificarme al declarar que yo lo sé? Se podría argumentar que otros seres humanos pueden informarme de que estoy despierto y, por consiguiente, no sueño; ellos pueden certificar que, en efecto, estoy en esta habitación escribiendo en este papel, etcétera. Pero, obviamente, éste no puede ser un argumento decisivo, decisivo en el sentido en que excluyera toda posible duda, porque, ¿cómo puedo responder la cuestión? ¿cómo puedo probar que no sueño que otros seres humanos estén sentados en esta habitación e informándome de que estoy despierto y no dormido? Ni serviría que yo intentara pincharme en el brazo para probar que estoy despierto, porque puedo soñar que me pincho en el brazo.
En otras palabras, cualquiera que sea el criterio que proponga será siempre posible que sueñe que aplico este criterio..."

excepto uno: COGITO ERGO SUM (Pienso, luego existo)

Descartes


miércoles, 8 de julio de 2009

Capitalismo de ficción

"...El capitalismo de producción definiría el período desde finales del siglo XVIII hasta la Segunda Guerra mundial, en cuyo transcurso lo principal eran las mercancías. A continuación, el capitalismo de consumo, desde la Segunda Guerra Mundial hasta la caída del Muro de Berlín, destacaría la trascendencia de los signos, la significación de los artículos envueltos en el habla de la publicidad. Finalmente, el capitalismo de ficción, surgido a comienzos de los años noventa del siglo XX, vendría a cargar el énfasis en la importancia teatral de las personas.
Los dos primeros capitalismos se ocuparían ante todo de los bienes, del bienestar material; el tercero se encargaría de las sensaciones, del bienestar psíquico. La oferta de los dos anteriores era abastecer la realidad de artículos y servicios mientras la del tercero es articular y servir la misma realidad; producir una nueva realidad como máxima entrega. Es decir, una segunda realidad o realidad de ficción con la apariencia de una auténtica naturaleza mejorada, purificada, puerilizada. Esta segunda realidad gestada como un doble es la última prestación del sistema, tan definitiva que el mismo capitalismo desaparece como organización social y económica concreta para transformarse en civilización y se esfuma como artefacto de explotación para convertirse en mundo a secas. ¿El mejor de los mundos? Todo cuanto pueda ser mejor se encuentra incluido en sus potencialidades globalizadas, absorbentes, porque incluso la aventura extrema, la cara de la Revolución o el terrorismo, son asumidos como estímulos de su espectáculo.
La guerra santa, la responsabilidad moral de las empresas, el comercio justo, el marketing con causa, la trasparencia de la política, la estética de los injertos, la orgía futbolística y los reality show, la videovigilancia universal, la cultura del shopping, la ciudad como parque temático, la copia global, la democracia a granel, la clonación, la customización, los virus misteriosos o el gen suicida, son fenómenos del capitalismo de ficción, dentro de una esfera donde la representación ha ganado la batalla y lo real se convalida por la realidad del espectáculo. Para este cambio ha sido necesario, primero, convertir al ciudadano en espectador y, segundo, vender las entradas a todo un planeta homogeneizado, cada vez más susceptible de ser tratado como un territorio sin tropiezos. ¿Choque de civilizaciones? ¿Países por democratizar? ¿Pueblos por liberar? ¿Clientes por occidentalizar? ¿Basuras por reciclar? Estos obstáculos se disuelven progresivamente en el capitalismo de ficción tan irresistible como un gas y tan fatal como el ímpetu de la naturaleza. Una naturaleza que ha ingresado también, desde el ecologismo empresarial a los derechos humanos de los animales, en la misma música de la ficción. Un universo, en fin, donde se puede ser destructor y reconstructor al mismo tiempo, criminal y humanitario a la vez, obrero y capitalista, católico y budista, hombre y mujer: Todo ello sin que a nadie le importe si estás vivo o muerto. O, incluso, si la de-función posee sentido en medio de la incesante función continua, veinticuatro horas sobre veinticuatro, siete días sobre siete, que ha inaugurado el omnipresente sistema de ficción."

El estilo del mundo. Vicente Verdú

Fútbol y corazón

"El fútbol brinda al hincha la ocasión de jugar con ediciones miniaturizadas de la vida; representa el miedo, la aventura, la injusticia, la amenaza, pero sin la gravedad de verse arrollado por ellas. De hecho, la gran aportación del espectáculo deportivo no es la burda imitación de la vida sino su infantilizada reelaboración. Los espectadores son afectados por el suceso del campo, pero el suceso es infectado a su vez por los espectadores-niños. El suceso conmueve a los espectadores, pero los espectadores devuelven esa emoción convertida en una fiesta. El fútbol se afianza, pues, como venial trasunto de la vida gracias sobre todo a que tranforma sus remedos de la existencia en materia de entretenimiento y, con ello, neutraliza su perfil mortal. El show puede repetirse, pero la vida claro que no. La vida necesita de nosotros al completo para ser real, pero el show, en cuanto ficción, sólo necesita del pulso infantil. Un yo en miniatura.
El azar, la desigualdad, la adversidad, el individualismo, la cooperación, el arbitrio se proyectan dentro del campo de fútbol, y de ahí obtenemos la prueba de su verosimilitud. Su ventaja, sin embargo, es que no es la dura verdad. Sabe a verdad pero sólo como una prueba de que no nos engañamos totalmente. Lo recreativo no suplanta por completo a la realidad pero viene a hacerse un hueco en la experiencia. Así, en un partido de fútbol sentimos miedo y alborozo reales, aunque siempre dentro del ámbito del pasatiempo; del tiempo que pasa sin llevarnos irremediablemente con él. Se trata, en definitiva, de una ocasión perfecta para experimentar una vida que hiere pero que no mata, que produce dolor y no destruye, que inocula una solución y pueriliza. Se trata en fin de vivir como una clonación realística que recuerda el papel que cumplían los dobles de Sadam Husein. Una figura que puede morir en un magnicidio, pero que realmente no muere puesto que no es él. Es decir, el otro. Es decir, nadie...
¿Infantilismo? Es necesario un despojamiento de madurez para sentir la trascendente irrelevancia de un partido de fútbol y es necesario, a su vez, un abandono en la banalidad para vivir con suficiente interés el suceso sentimental del "famoseo". Unos y otros públicos formaban antes parte de un subsector donde, en general, la poca instrucción favorecía sus adhesiones, pero ahora está dejando notoriamente de ser así y los millones de espectadores que atrae el fútbol o un programa del corazón traspasan los límites de cualquier sector".

El estilo del mundo. Vicente Verdú

Las leyes fundamentales de la estupidez humana

  1. La Primera Ley Fundamental: " Siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circulan por el mundo".
  2. La Segunda Ley Fundamental: " La probabilidad de que una persona determinada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona".
  3. La Tercera Ley Fundamental: " Una persona estúpida es una persona que causa daño a otra persona o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio".
  4. La Cuarta Ley Fundamental: " Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento y lugar, y en cualquier circunstancia, tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error".
  5. La Quinta Ley Fundamental: " La persona estúpida es el tipo de persona más peligroso que existe. El estúpido es más peligroso que el malvado".

Allegro ma non troppo. Carlo M. Cipolla

Dibujos animados

"El mundo, en general, tiende a simplificarse como si se vertiera en una edición infantil, fácil de entender, fácil de tragar; tan elementalizado como le gusta al patrón norteamericano, simple como la gran papilla planetaria que tiende a lograr el proceso de homogenización global. Es decir, tan cercano a un perfecto guión de dibujos animados que en cualquier momento puede hacernos creer inmortales si es que, descuidadamente, no nos ha matado ya".

El estilo del mundo. Vicente Verdú

ENGAÑO COMERCIAL

Las personas tienen miedo a ser engañadas, se resisten a creer en el arte si no lo entienden, si se escapa a su LIMITADO REPERTORIO de lo que son las cosas. Sin embargo, la mayor parte de ellas pasan horas delante de la televisión viendo sin mirar, engullendo series basura, programas soeces y películas de una vulgaridad abrumadora, totalmente convencidos dentro de su autocomplacencia de que aquello que consumen es simplemente lo que hay, de que no están siendo engañados como creen que lo son cuando visualizan un cuadro abstracto. En el momento en que un individuo de la masa social se enfrenta a algo que provoca un cierto "choque" o desafío, generalmente lo cataloga como algo malo e insustancial, sin pensar en otra cosa que no sea el "ser engañado" cuando en realidad, todo lo que consume es un ENGAÑO COMERCIAL. La industria del entretenimiento ha dejado de complementarse con la cultura, de contenidos profundos y duraderos, para tratar de suplantarla con su coartada de diversión superficial. Es como aceptar la comida basura como único alimento. El cine, la música o la literatura comerciales son, en ese sentido, manifestaciones de una sociedad fascinada por la fama y la riqueza, por el ocio fácil y rápido y por la idea actual del "todo vale".

ARTE

Sin título. Mark Rothko

La realización de una obra de arte requiere en un primer momento el dominio de una técnica determinada y un control de ciertos artificios relacionados con la destreza y la habilidad , tanto manual como mental . De esta manera, en pintura, el conocimiento de los materiales y el entendimiento de conceptos tales como el color, la composición, la armonía o el contraste, así como su correspondiente puesta en escena, dota al pintor de calidad como pintor y sólo como pintor, pues esas destrezas pueden aprenderse, son nociones propias de una disciplina al igual que en música lo es el solfeo, en arquitectura la física o en cine el montaje. El dominio total de esos conocimientos hace que el "artista", en cualquier manifestación, se sitúe en lo que llamo el UMBRAL ESTÉTICO (línea que es necesario cruzar para poder llegar a ser un verdadero artista). El paso de este limen responde ya a cuestiones un tanto complicadas, puesto que entramos ya en conceptos subjetivos y abstractos como pueden ser la liberación del genio o la sensibilidad intrínseca de cada persona. ¿Quién es entonces el que queda por detrás de ese umbral estético descrito antes?... un mero artesano, catalogable en distintos niveles, pero todos ellos inferiores al llamado artista. En mi opinión, todas la disciplinas artísticas que hoy día se consideran como arte apenas cambian con respecto a otras como por ejemplo el deporte, la jurisprudencia o la ciencia, tan sólo tienen la distinción de que pueden superarse a sí mismas mediante la genialidad del alma, la catarsis. Tienen ese poder de superación que fabrica arte. La verdadera cuestión y lo realmente complicado es poder valorar o reconocer esas condiciones que hacen que un individuo traspase el umbral.

A partir de aquí...


Europa y Hollywood


Quiero hacer una distinción de lo que en mi opinión es el cine europeo, intimista y visionario, respecto del cine norteamericano, divertido, emocionante y atractivo al público. Siempre ha habido una clara dicotomía entre un cine europeo artístico y un cine de Hollywood popular y comercial, o por lo menos antes la había, ya que curiosamente, en la actualidad el cine europeo intenta imitar al norteamericano, cuando paradójicamente, éste último le debe al primero todo su ser (sólo hay una cosa peor que esos horrendos films comerciales made in Holywood, y son las películas que intentan imitarlos). ¿Dónde ha quedado toda esa identidad, ese cine de autor que proclama la independencia y la plasticidad, ese estatus de artista en cuyas manos se ponían todos los técnicos y actores, y de cuyo criterio, gusto y estilo dependía el resultado final? Pues pienso que, desgraciadamente… en un conjunto de "locos incomprendidos" que todavía hoy día anteponen la creación individual y artística a un puñado de dólares. Holywood casi siempre se sirvió del talento de directores europeos como Charles Chaplin, Fritz Lang, Ernst Lubitsch, Jean Renoir, Alfred Hitchcock, Ingmar Bergman, Billy Wylder, Roman Polansky, Milos Forman, Michelangelo Antonioni, etc. Algunos tuvieron encuentros fugaces con la llamada fábrica de sueños (en ocasiones de pesadillas) y otros realizaron allí toda su carrera cinematográfica. No quiero con esto menospreciar en absoluto a todos los directores norteamericanos ni alabar a todos los europeos, sólo intento reivindicar el concepto y el origen del cine. Hay muchos directores americanos de Hollywood realmente sorprendentes y de mi agrado como son: Orson Welles, Stanley Kubrick, Woody Allen, John Huston, David Lynch, etc… al igual que muchos y malos realizadores europeos. Creo que todo es una cuestión cultural. Europa, con sus vanguardias artísticas: Impresionismo francés, Expresionismo alemán, Futurismo italiano, Surrealismo español, Vanguardismo ruso… almacenaba un romanticismo creativo que ha pasado a ser historia del cine en pos de un afán industrial y de rentabilidad económica que convierten al cine en un negocio vulgar de masas al igual que gran parte del arte actual. El cine norteamericano tiene los medios y el europeo, el alma (o al menos la tenía).

Zabriskie point





Zabriskie Point viene a ser algo así como la representación de una mirada, fascinada y atónita, a la cultura estadounidense previa al estallido de mayo del 68. La muerte de un estudiante en una revuelta fue la excusa argumental de la que se sirvió Michelangelo Antonioni para llevar a término este análisis de una juventud atascada entre el movimiento “hippie” y el compromiso personal. Tras un enfrentamiento en un campus universitario entre estudiantes y policías, un joven de familia acomodada, Mark, cree haber matado a un agente y huye, en compañía de otro joven y tras robar una avioneta, al desierto de Arizona. Allí se encuentra de un modo fortuito con Daria, una muchacha que trabaja para un abogado, director de un importante proyecto inmobiliario, y que está cruzando el desierto en automóvil para asistir a una reunión de negocios. El título de la película hace referencia a un sector del Parque Nacional Valle de la Muerte caracterizado por una sinuosa erosión y en el que los protagonistas del film intercambian observaciones filosóficas y políticas. Antonioni disfrutó fotografiando parajes de Estados Unidos como nunca volvería a hacerlo en ninguna de sus otras películas, sin olvidar nunca su pasión por la composición del plano y la urdimbre de encuadres de infinita belleza formal. Opaca, profunda, con un punto de misterio, Zabriskie Point nos devuelve a un Michelangelo Antonioni del que nunca lo sabremos todo y al que siempre recordaremos por su intensidad cinematográfica. Estamos ante uno de los títulos “hippies” más conocidos de la época, más que nada por el nombre de su prestigioso director y la magnífica banda sonora que incluye temas de Pink Floyd, The Rolling Stones, Patti Page y otros monstruos del rock. Fue producida por Carlo Ponti para MGM con un coste total de siete millones de dólares, y en ella se observa todo el indefinido universo de Antonioni en cuanto a un guión coherente se trata. Se adueñan de todo el metraje los paisajes vacíos y la exacerbada violencia de la sociedad norteamericana.

Arrebato



He aquí la película de culto por excelencia del cine español y una de las mejores obras de nuestro cine en los últimos 50 años, Arrebato. La historia de un director de cine en crisis creativa y preso del sexo, las drogas y la insatisfacción. La visión de Arrebato en manos de su director, Iván Zulueta, nos evoca una memorable frase de Orson Welles, aquella que decía que “el arte es una mentira que sirve para contar la verdad”. En este caso, para contar la verdad no sólo de un director de cine en busca del instante mágico de su vida, sino de algo tan ambicioso como es el proceso de creación artística. Arrebato es una compleja reflexión en este sentido, centrada en la vida de José Sirgado, que interpreta un fantástico Eusebio Poncela, preso de un bloqueo artístico y personal que le conduce a un total cuestionamiento de su realidad interior. José ha terminado su segunda película y se siente profundamente insatisfecho. De vuelta a casa, donde se encontrará con su novia Ana (Cecilia Roth), recibirá un inquietante envío: una cinta en super 8 y una cassette remitidas por un viejo conocido, Pedro (Will More), un personaje obsesionado en descubrir la esencia del cine al que había perdido la pista y al que apenas prestó atención en su día, pero que ahora resurge como la única respuesta posible a su angustioso estado. La extraña trayectoria vital de Pedro, reflejada en la película y la grabación que integra el paquete, arrastrarán a José a un punto límite. Ana, el sexo, el cine y las drogas, quedarán atrás en este arriesgado salto al vacío, para el que José Sirgado tal vez no esté debidamente preparado.
El proceso de producción de Arrebato fue tan tormentoso como la propia carrera de Iván Zulueta. Tres millones de pesetas aportados por un empresario leonés más algo más del doble aportado por el Ministerio de Cultura a modo de subvención no fueron suficientes para sacar adelante una película de caótico desarrollo en la que el presupuesto se disparó. Estuvo mucho tiempo sin distribución, hasta que le llegaron los homenajes y el reconocimiento a su director, el cual empezó a salir de su ostracismo. Arrebato es una película difícil, transgresora y ajena a toda dramaturgia característica del cine clásico español, al igual que lo es también el cine de Valdelomar o la película de Neville La torre de los siete jorobados. Arrebato. Simplemente Arrebato. Una película que fascina a muchos espectadores, aturdidos por su originalidad, su carácter maldito y marginal. Una rareza que sedujo desde su primer visionado a Julio Medem y que ocupa un lugar privilegiado en su altar de películas preferidas, una de las que más “daño” le han hecho en su formación como cineasta.

"Nadie ni nada saldrá indemne de la experiencia más arriesgada y extrema que ha visto el cine español. La pantalla se quiebra, se deshace en un relato alucinado, inestable, vertiginoso y, pese a ello, sin fisuras. Fábula sin moraleja" (Luis Martínez, diario El País).

L'année dernière á Marienbad

Aquí os presento una de mis películas favoritas, El año pasado en Marienbad. Una obra de arte magistral que nos ofrece un juego fascinante a través del tiempo y la memoria. Dirigida por Alain Resnais y escrita por Alain Robbe-Grille, es también una de las cintas más enigmáticas de la historia del cine, en la que todas y cada una de las secuencias atraen la atención sobre sí mismas, sin aparente ni especial conexión narrativa con las que las siguen o preceden. En un barroco hotel, un extraño, X, intenta persuadir a una mujer casada, A, de que abandone a su marido, M, y se marche con él. Se basa en una promesa que ella le hizo cuando se conocieron el año anterior, en Marienbad, pero la mujer parece no recordar aquel encuentro. ¿Qué ocurrió realmente el año pasado en Marienbad? El film comienza con una voz en off que describe las estancias del hotel, aunque en seguida nos percatamos de que no coincide casi nunca con lo que las imágenes muestran: cuando la voz menciona columnas, la imagen presenta espejos; cuando lámparas, pesadas colgaduras… De esta manera la voz por un lado y la imagen por otro adquieren, cada una, un valor autónomo. Esta será una constante de toda la película, la cámara va por un lado y el argumento por otro completamente distinto. En esta obra la expresión de la imagen va sustituyendo a la expresión a través de la imagen. Así, la película se libera del sistema narrativo tradicional, creando un lenguaje propio que desconcierta a la vez que atrapa, que nos sumerge en un apasionante mundo en el que tiempo y espacio cobran un significado metafísico y existencial, al igual que ocurre cuando contemplamos una calle boloñesa o un cuadro de Giorgio de Chirico.

martes, 7 de julio de 2009

Blur and L'année dernière á Marienbad

Este es un bonito homenaje en forma de balada que el grupo de pop británico Blur hizo a esta maravillosa película El año pasado en Marienbad. La canción se titula To the end, y forma parte del álbum Parklife.
(El grupo, formado en 1989, se convirtió en una de las bandas más grandes en el Reino Unido durante el movimiento Britpop de mediados de la década de 1990).

El arca rusa (Sokurov)



La otra noche vi una de esas pocas películas que no pasan inadvertidas a ojos del espectador. Al igual que ocurre con la teatralidad de Peter Greenaway o con la atmósfera de David Lynch, Alexander Sokurov nos muestra una nueva y reveladora luz en esta particular visita al palacio más famoso de Rusia. Guiado por el marqués de Coustine (diplomático del siglo XIX), un narrador anónimo e invisible para el público va caminando por el Palacio de Invierno (ahora el Museo del Hermitage en San Petersburgo). El narrador nos dice que ya está muerto, que es un fantasma que vaga errante por el palacio, en el que se encuentra con varios personajes reales y ficticios de diversos períodos de los tres siglos de vida del museo. En este viaje, nos adentramos en 33 salas del antiguo palacio imperial para conocer su historia desde los tiempos de Pedro el Grande y Catalina II hasta nuestros días.
La película está rodada en un solo plano secuencia y es la primera realizada en alta definición sin comprimir.

David Lynch

"Un film se ve por sí mismo. Es absurdo que un cineasta necesite explicar con palabras lo que significa una película... A veces la gente se queja de que les cuesta entenderlas, pero yo creo que entienden mucho más de lo que creen. Porque todos hemos sido bendecidos con la intuición: todos tenemos el don de intuir cosas.
Habrá quien diga que no entiende la música; pero la mayoría de las personas experimentan la música de manera emocional y estarían de acuerdo en que la música es una abstracción. No necesitas expresar la música en palabras: la escuchas.
El cine se parece mucho a la música. Puede ser muy abstracto, pero la gente ansía darle un sentido intelectual, traducirlo a palabras. Y cuando no pueden hacerlo se sienten frustrados. Pero si lo dejan expresarse, pueden encontrar una explicación interior..."
Atrapa el pez dorado. David Lynch

Los hermanos Coen




Los hermanos Coen están considerados actualmente como el mayor exponente del cine independiente norteamericano. Sus películas gustan por igual a críticos y al público profano. Su estética, a medio camino entre Hollywood y el cine autónomo, está extremadamente cuidada, conservando un tinte “underground” que caracteriza su cine más personal.

La gran comilona



La Grande Bouffe
, en castellano titulada La gran comilona, es una excelente y polémica película de 1973 dirigida por Marco Ferreri que narra como cuatro amigos, unidos por el hedonismo y el tedio más absoluto, se reúnen en una villa señorial con la idea de suicidarse comiendo sin tregua en una orgía de pitanza y sexo. La obscenidad erótica se entremezcla con los cerdos, los quesos, los jamones y el caviar... y cuando todos están cebados, comienzan las deserciones. Los protagonistas son: Marcello Mastroianni, el piloto de línea; Ugo Tognazzi, el restaurador; Michel Piccoli, el realizador de televisión; y Philippe Noiret, el juez que vive con su ama de llaves. Ugo se encarga de la elaboración de los platos mientras que Marcello hace lo propio con las prostitutas. No obstante, asustadas por el cariz que van tomando los acontecimientos, éstas huyen por la mañana muy temprano, quedando sólo una, fascinada por la empresa suicida de los protagonistas.
La gran comilona es una crítica feroz de la sociedad del bienestar y del consumo que termina por destruirse a sí misma. El hartazgo de la Europa rica, la gran crisis ideológica de carácter nihilista que siguió al mayo francés y el propio agotamiento de las filosofías libertarias unidas al fenómeno hippy, son algunos de los emblemas que podemos encontrar en el film…
La Grande Bouffe, un festín de excesos que afecta a nuestras pasiones más primarias, que nos excita, nos perturba y, sobre todo, nos abre el apetito.

El actor Ugo Tognazzi nos explica, en un documento muy interesante http://www.sisabianovenia.com/LoLeido/NoFiccion/GranBouffe.htm, todas las recetas de las comidas servidas durante la película. Aquí os dejo un ejemplo:

Ostras
(Secuencia número 19)

Fue, sin duda, la comilona más horripilante de la película. Durante las tomas de esa escena, Mastroianni y yo engullimos no menos de una treintena por cabeza. La competencia entre Marcello y yo para ver quién comía más en el menor tiempo, tuvo un desagradable epílogo que no les describiré aquí. Por si acaso, la producción de la película había puesto a disposición del set a un médico y un veterinario. El veterinario, para que controlara las ostras en su apertura, y el médico, para controlar a los actores después del atracón. Mi propuesta de convocar también a un joyero no fue tomada en consideración, a pesar de que yo tenía muchas esperanzas de encontrar alguna perla. Las ostras las comimos crudas, y crudas se las recomiendo, con la sencilla y conocida rociada de jugo de limón. Es verdad que existen en el comercio varios tipos de vinagretas aromáticas, aunque les desaconsejo su uso, así como lo desaconseja Veronelli. Pero yo les pongo un poco de pimienta encima y Veronelli no. Yo las engullo alternándolas con bocaditos de pan integral o, mejor aún, pan negro alemán velado de manteca. Veronelli, no.
Solo a título informativo y para demostrarles que en la cocina no soy ningún simplote, les nombraré las mejores ostras del mundo: Armoricaines, Cancales, Belons, Ostende, Gravettes, Marennes, Arachon. Otras ostras más comunes y, por lo tanto, menos caras, son las Claires y las Spéciales. Nuestro Mediterráneo no nos da sino las modestas Tarantine, Lamellose, Adriatiche y Cristate.

El ángel exterminador


Un grupo de burgueses de la ciudad de México acuden a una cena en la mansión de los Nóbile después de asistir a la ópera. Durante la velada, los sirvientes y los cocineros sienten deseos de abandonar la mansión y se marchan. Al terminar la cena, los invitados se dan cuenta de que no pueden salir de la habitación por una razón que desconocen, aunque no hay aparentemente nada que lo impida. A medida que van pasando los días, el alimento y la bebida escasean, los personajes enferman y la basura se acumula. A partir de ese momento, las buenas costumbres y la cordialidad inicial de los invitados se acaban perdiendo y los burgueses se comportan como auténticos salvajes, aflorando en ellos el más primitivo instinto por la supervivencia.
Una parábola sobre la descomposición de una clase social encerrada en sí misma.
A Buñuel le atraía la posibilidad de hacer una película de catástrofe, de naufragio (como el evocado por La balsa de la Medusa, de Géricault) pero en un lujoso interior burgués, con el comportamiento refinado de la aristocracia llevado a sus más humillantes límites de degradación. Todo el esfuerzo de Buñuel va dirigido a indagar en el aborregamiento de una aristocracia culta, embebecida y altanera que desprecia toda forma ajena a su beneficio, a su estricto protocolo. Pero hay que tener en cuenta también el humor y el esperpento. Así, cuando los invitados pueden salir al fin (todos y cada uno de ellos en la misma postura en que comenzó la trágica encerrona y con la misma sonata de fondo que se interpretó en la recepción primera), se dirigen todos exultantes a una misa de Te Deum. Al finalizar el rito, surge de nuevo la inexplicable situación de la imposibilidad de salir de la iglesia. Pero ahora ya no son una decena, sino centenas quienes están atrapados… y, como antes llegaron corderos que, sacrificados, fueron sabroso bocado a su hambruna, ahora, y en el plano final, vemos zigzaguear en su auxilio a todo un rebaño ovino, mientras que la policía reprime a balazos unas manifestaciones de protesta que casualmente están sucediendo en el exterior.

En muy resumidas palabras, El ángel exterminador es un retrato de la decadencia humana, pero tamizada por evidencias surrealistas. Quizá el pánico, el temor a la muerte o la soledad sean residuos de una forma surrealista de entender la realidad. Hay filósofos cuya escritura gira en torno a la idea de lo absurdo que es la muerte: la vida es una inercia, vivir es un continuo que no puede ser fragmentado, mutilado.

"Si el filme que van a ver les parece enigmático e incoherente, también la vida lo es. Es repetitivo como la vida y, como la vida, sujeto a múltiples interpretaciones. El autor declara no haber querido jugar con los símbolos, al menos conscientemente. Quizá la explicación de El ángel exterminador sea que, racionalmente, no hay ninguna". (Luis Buñuel).


El vientre del arquitecto



Como todos los trabajos del director galés Peter Greenaway, El vientre del arquitecto no pasa desapercibida a ojos del espectador, cautivándole o irritándole en igual medida. Quien espere una película al uso, con una historia, un ritmo y un desarrollo fácil de asimilar, el film resultará muy aburrido y complicado. Sin embargo, quien esté dispuesto a ver una película diferente, con momentos turbadores, conmovedores y de una gran originalidad, El vientre del arquitecto, será un gran premio.
La película narra la historia de un arquitecto norteamericano especialista en Étienne-Louis Boullé que visita Roma junto a su esposa con motivo de una exposición dedicada al artista francés del sigo XVIII. El arquitecto se obsesiona de inmediato con unos fuertes dolores de estómago, convencido de que están relacionados con las continuas infidelidades de su mujer. Ante la desazón que le produce su situación laboral y personal, comienza a adentrarse en un camino de neurótica introspección personal que nos conduce silenciosamente hacia un agónico desenlace. En este metraje de culto, donde básicamente se retrata la búsqueda de la belleza en medio de la podredumbre de toda materia desde la perspectiva del “tempus fugit”, Peter Geenaway completa una de sus mejores películas.


Anticristo (Lars Von Trier)



"Lo que tenemos son imágenes truculentas, de absoluta crueldad" - “Es una provocación que busca simplemente atraer publicidad” – “La única intención de Von Trier con esta película es volver a hacer caja”. Estas son algunas de las críticas que vapulean la última cinta de Lars Von Trier, Anticristo. La última me pone especialmente furioso, ya que precisamente no se puede catalogar la obra de Von Trier como comercial o taquillera, más bien todo lo contrario. Es un cine poco convencional que no se caracteriza por sonados “taquillazos” sino por atributos mucho más notables y solemnes que distan mucho de esa finalidad. La lumbrera que la haya escrito se habrá quedado a gusto…
La proyección de Antichrist en el festival de Cannes provocó abucheos y risas entre el personal allí presente. Desconozco quién llena las salas de los estrenos; si son críticos, actores, directores, “famosillos” o simplemente público en general. Sea como fuere, me cuesta creer que tanta gente responda de manera tan tajante ante esta película (en mi opinión bastante buena), si es por poca receptibilidad, por ausencia de buen gusto o quizás por que un par de escenas “duras” afecten su preciada sensiblería y basten para juzgar la totalidad del film … ¡por mí se pueden ir todos al cuerno!, porque en lo que a mí respecta me alegra muchísimo ver que todavía se puede ir al cine a ver una buena película apartada de la ponzoña que rellena carteleras en el mundo del celuloide. Teniendo en cuenta la crisis creativa por la que atraviesa el cine internacional, siempre es agradable descubrir que aún hay directores que apuestan por proyectos diferentes, aunque éstos no sean del agrado de todos.
Anticristo narra la historia de una pareja sumida en el dolor por la pérdida de su hijo. Ante ese trágico suceso deciden retirarse a una cabaña perdida en medio del bosque, llamada “Edén”, con la esperanza de que el contacto con la naturaleza aminore su dolor y salve su inestable matrimonio. El personaje de Willen Dafoe, que interpreta a un psiquiatra, enfrentará a su mujer al corazón de sus miedos para rescatarla de la profunda depresión que la devora. Sin embargo, la esperanza de encontrar un lugar donde mitigar su pena se transforma, poco a poco, en una pesadilla de enormes proporciones.
Visualmente perfecta, poética, sobrecogedora y aterradora, Anticristo nos transporta a un mundo fantástico con reminiscencias a Kubric y Tarkovski, sumiéndonos en un ambiente malsano e inquietante que ahonda en el misterio y la inquietud del ser humano.

lunes, 6 de julio de 2009

Kandinsky y la música


"Para Kandinsky afinidad entre música y pintura [...] es el punto de sus propios medios, se irá desarrollando hasta llegar a ser arte en sentido abstracto. Carecer de sentido musical quiere decir para él estar cerrado a la comprensión no sólo del espíritu, sino a la comprensión moral del bien. Esto es lo que quiere poner de relieve cuando encabeza uno de los capítulos más importantes de su tratado con algunos versos de Shakespeare":

El hombre que dentro de sí no lleva la música,
y al que la armonía de los sonidos no conmueva,
es proclive a la traición, al hurto, a la perfidia;
oscura como la noche es su inteligencia,
oscuro como el Erebo es su pensamiento.
¡Desconfía de este hombre! <<¡Escucha la música!>>

Mario de Micheli. Las vanguardias artísticas del siglo XX

Paranoid Android



Please could you stop the noise, I'm trying to get some rest
From all the unborn chicken voices in my head
What's that...? (I may be paranoid, but I’m not an android)
What's that...? (I may be paranoid, but I’m not an android)

When I am king, you will be first against the wall
With your opinion which is of no consequence at all
What's that...? (I may be paranoid, but I’m not an android)
What's that...? (I may be paranoid, but I’m not an android)

Ambition makes you look very ugly
Kicking and squealing Gucci little piggy
You don't remember
You don't remember
Why don't you remember my name?
Off with his head, man
Off with his head, man
Why don't you remember my name?
I guess he does....

Rain down, rain down
Come on rain down on me
From a great height
From a great height... height...
Rain down, rain down
Come on rain down on me
From a great height
From a great height... height...
Rain down, rain down
Come on rain down on me

That's it, sir
You're leaving
The crackle of pig skin
The dust and the screaming
The yuppies networking
The panic, the vomit
The panic, the vomit
God loves his children, God loves his children, yeah!


Y ahora… en castellano


Por favor podrías detener el ruido, estoy intentando descansar
De todas las voces de pollos nonatos en mi cabeza
¿Qué es eso? (tal vez sea un paranoico, pero no un androide)
¿Qué es eso? (tal vez sea un paranoico, pero no un androide)

Cuando sea rey, serás el primero contra la pared.
Con tu opinión que no es para nada importante
¿Qué es eso? (tal vez sea un paranoico, pero no un androide)
¿Qué es eso? (tal vez sea un paranoico, pero no un androide)

La ambición te hace parecer muy fea
Pateando y protestando pequeña cerdita Gucci
Tú no recuerdas
Tú no recuerdas
¿Porqué no recuerdas mi nombre?
Que le corten la cabeza, hombre
Que le corten la cabeza, hombre
¿Porqué no va a recordar mi nombre?
Supongo que lo hace…

Llueve, llueve
Vamos, que llueva sobre mí
Desde una gran altura
Desde una gran altura… altura
Llueve, llueve
Vamos, que llueva sobre mí
Desde una gran altura
Desde una gran altura… altura
Llueve, llueve
Vamos, que llueva sobre mí

Eso es, señor
Te vas
El crujido de piel de cerdo
El polvo y los gritos
Los yuppies negociando
El pánico, el vómito
El pánico, el vómito
Dios ama a sus hijos
Dios ama a sus hijos, ¡yeah!

Radiohead

En mi opinión, este es el mejor grupo de rock alternativo del momento, una fábrica de sueños sonoros, de nuevas experiencias armónicas… creativos, innovadores, rotundos… simplemente RADIOHEAD. Inicialmente conocidos como On a Friday, este quinteto de Abingdon School, Oxford, se ha hecho un merecido hueco en la historia de la música gracias a sus ya legendarios discos, a sus directos de ensueño, a su evolución constante, a su independencia, a su originalidad, a su fiel concepción del sonido y a su reinvención constante… Radiohead entra con letras de oro en el culto musical.

  • Thomas Edward Yorke (Octubre, 7, 1968): voz, composición, piano, guitarra rítmica, teclados y pandereta. Realiza, además, el trabajo artístico de las portadas de sus discos.
  • Jonathan Richard Guy Greenwood (Noviembre, 5, 1971): guitarra solista, teclados, circuito análogo, banjo, ondas Martenot, piano, glockenspiel, laptop, toy piano, viola, armónica y Rhodes.
  • Colin Charles Greenwood (Junio, 6, 1969): bajo, teclados, sintetizador, sampler y contrabajo.
  • Edward John O'Brien (Abril, 15, 1968): guitarra, percusión, efectos de sonido, piano y voz.
  • Philip James Selway (Mayo, 23, 1967): batería, percusión y voz.

Radiohead sacó su primer sencillo en 1992, se llamó Creep y perteneció al álbum debut de la banda Pablo Honey (1993), el cual se convirtió en un gran logro en la época en que el rock alternativo y el grunge (con bandas como Nirvana y Pearl Jam) dominaban las radios y los principales listados de música. Sin embargo, la banda alcanzó el éxito con su siguiente álbum, The Bends (1995), consiguiendo capturar la atención de miles de fanáticos del Reino Unido, gracias a las densas atmósferas logradas con tres guitarras y al expresivo estilo de cantar de su líder, Thom Yorke. El tercer álbum de estudio de la banda, OK Computer (1997), le brindó a la banda la fama mundial y el éxito crítico. El álbum, que hablaba de temas de alienación y globalización, ha sido aclamado como uno de los mejores de los 90 por todas las revistas especializadas del mundo, entrando en el número uno de las listas de ventas en varios países (UK, Irlanda, Alemania, Noruega...) y consiguiendo el disco de platino en UK y el de oro en Canadá, Nueva Zelanda e Irlanda. Entre las primeras influencias de Radiohead se encontraban bandas de rock alternativo y post-punk como The Smiths, The Cure, Pixies, R.E.M., Joy Division y Magazine. Con los álbumes Kid A (2000) y Amnesiac (2001), la música de la banda tomó un rumbo menos convencional, con influencias de música electrónica (Aphex Twin), jazz, música experimental, música avant-garde y música clásica. Dos años más tarde nace Hail to the Thief (2003). Un álbum que se aleja un poco de la experimentación de los dos discos anteriores para centrarse en composiciones rock de formato más aparentemente tradicional, si bien la agresividad de algunas de las letras es mayor que en ningún otro de sus trabajos. Radiohead es considerado uno de los grupos musicales más creativos de su era, logrando atraer a múltiples seguidores a sus conciertos e influir en grupos y artistas de varios géneros. Han tenido un sorprendente éxito comercial, pero siempre se han destacado por mantener independencia política y musical. Pese a haber trabajado para EMI, uno de los más grandes sellos discográficos, prefirieron no renovar el contrato para así firmar con el sello independiente XL Recordings. La banda lanzó de forma autónoma y sin intermediarios su séptimo álbum de estudio, In Rainbows (2007), mediante descarga por Internet en formato digital desde su página web y al precio que decidía el comprador (incluso gratuitamente). Posteriormente, se editó en formato físico (CD y vinilo). El espíritu creativo de la banda se ve reflejado en la cercana relación del grupo con sus productores, en particular con Nigel Godrich, quien trabajó como ingeniero en The Bends y luego como productor en OK Computer y en los tres álbumes que le siguieron, además de producir el disco en solitario de Thom Yorke, The Eraser (2006). Godrich ha sido nombrado a menudo como el “sexto radiohead”, en alusión al trabajo de George Martin con los Beatles.

Grace around the world

Jeff Buckley

Lover, you should´ve come over

Looking out the door
I see the rain fall upon the funeral mourners.
Parading in a wake of sad relations
as their shoes fill up with water,
maybe I'm too young
to keep good love from going wrong.
But tonight, you're on my mind so
you never know.

Broken down and hungry for your love,
with no way to feed it.
Where are you tonight?
child, you know how much I need it.
Too young to hold on
and too old to just break free and run.

Sometimes a man gets carried away,
when he feels like he should be having his fun
much too blind to see the damage he's done.
Sometimes a man must awake to find that, really,
he has no-one...

So I'll wait for you... and I'll burn,
will I ever see your sweet return?
oh!, will I ever learn?.
Oh, Lover, you should've come over.
Cause it's not too late.

Lonely is the room, the bed is made
the open window let's the rain in.
Burning in the corner is the only one
who dreams he had you with him.
My body turns and yearns for a sleep
that won't ever come

It's never over,
My kingdom for a kiss upon her shoulder.
It's never over,
all my riches for her smiles when I slept so soft against her...
It's never over,
all my blood for the sweetness of her laughter...
It's never over,
she's a tear that hangs inside my soul forever...

But maybe I'm just too young to keep good love
From going wrong
Oh... lover you should've come over...

Yes, and I feel too young to hold on.
I'm much too old to break free and run.
Too deaf, dumb, and blind
To see the damage I've done.

¡Oh...! lover, you should've come over
Cause it's not too late.


Y ahora, en castellano...


Mirando por la puerta
veo caer la lluvia sobre los plañideros del funeral.
Desfilando en una estela de tristes relaciones
como si sus zapatos se llenasen de agua,
y quizás yo sea demasiado joven
para impedir que el amor vaya mal.
Pero esta noche tu estás tanto en mis pensamientos
(nunca lo sabrás).

Estoy descompuesto y hambriento de tu amor,
sin manera de alimentarlo.
¿Dónde estás esta noche?
niña, no sabes lo mucho que lo necesito.
Demasiado joven para aferrarme
y demasiado viejo para, simplemente, liberarme y correr.

A veces el hombre se deja llevar,
cuando cree que se está divirtiéndo
y está demasiado ciego para ver el daño que hace.
A veces un hombre debe despertar para descubrir que,
realmente, no tiene a nadie ...

Así que te esperaré ... y arderé,
¿veré alguna vez tu dulce regreso?
¡oh! ¿alguna vez aprenderé?.
Amor, deberías haber venido.
Porque no es demasiado tarde.

La habitación está vacía, la cama está hecha,
la ventana abierta deja entrar la lluvia.
Ardiendo en una esquina está el único
que sueña que te tiene.
Mi cuerpo gira y anhela un sueño
que nunca vendrá.

Nunca se acaba,
mi reino por un beso sobre su hombro.
Nunca se acaba,
todas mis riquezas por sus sonrisas, cuando
dormía tan suave junto a ella.
Nunca se acaba,
toda mi sangre por la dulzura de su risa.
Nunca se acaba,
ella es la lágrima que pende eternamente de mi alma.

Tal vez sólo sea demasiado joven
para impedir que el amor vaya mal.
¡Oh..! amor, deberías haber venido.

Sí, y me siento demasiado joven para comprometerme.
Soy demasiado viejo para liberarme y correr.
Demasiado sordo, mudo y ciego
para ver el daño que he hecho.

¡Oh...! amor, deberías haber venido
porque no es demasiado tarde.

Wish you were here

Waiting for a new Pink Floyd

Pink Floyd durante la grabación del álbum Wish you were here


Hace ya casi 35 años desde que un grupo de música llamado Pink Floyd lanzara un grito en contra de la sociedad de consumo y de la industria musical. 35 años han pasado desde que viera la luz el tema Welcome the machine, una canción que reclama la libertad del genio, la calidad sonora y la autonomía del sueño carente del yugo social. Esta canción da vida a un aspirante a músico que está a punto de firmar un contrato con un sórdido ejecutivo de la industria discográfica ("la máquina"). Cantada desde el punto de vista del ejecutivo, se predicen las ideas aparentemente rebeldes del muchacho (“te compraste una guitarra para castigar a tu mamá”, “no te gusta la escuela”, “y sabes que no eres la marioneta de nadie”) Posteriormente, según va siendo asimilado por la maquinaria, se destroza esa fantasía de identidad personal: “¿Qué soñaste?, no importa, te diremos qué debes soñar”. La letra es una alusión al desencanto del grupo con la sociedad industrializada y con la industria de la música, a la que ven como una máquina de generar dinero en lugar de foro de expresión artística.

Pink Floyd

Welcome to the machine

WELCOME, MY SON,
WELCOME TO THE MACHINE.
WHERE HAVE YOU BEEN?
IT´S ALRIGHT WE KNOW WHERE YOU´VE BEEN,
YOU´VE BEEN IN THE PIPELINE, FILLING IN TIME
PROVIDED WITH TOYS AND
SCOUTING FOR BOYS.
YOU BOUGHT A GUITAR
TO PUNISH YOUR MA,
AND YOU DIDN´T LIKE SCHOOL AND
YOU KNOW YOU´RE NOBODY´S FOOL.
SO WELCOME TO THE MACHINE.
WELCOME MY SON,
WELCOME TO THE MACHINE.
WHAT DID YOU DREAM?
IT´S ALRIGHT WE TOLD YOU WHAT TO DREAM.
YOU DREAMED OF A BIG STAR;
HE PLAYED A MEAN GUITAR.
HE ALWAYS ATE IN THE STEAK BAR.
HE LOVED TO DRIVE IN HIS JAGUAR.
SO WELCOME TO THE MACHINE.


Y ahora, en Castellano...


BIENVENIDO, HIJO MÍO,
BIENVENIDO A LA MÁQUINA.
¿DÓNDE HAS ESTADO? ESTÁ BIEN,
YA SABEMOS DÓNDE HAS ESTADO,
HAS ESTADO EN LA TUBERÍA, PASANDO EL TIEMPO,
PROVISTO DE JUGUETES Y
ACTUANDO DE BOY SCOUT.
COMPRASTE UNA GUITARRA
PARA CASTIGAR A MAMÁ.
Y NO TE GUSTABA IR A LA ESCUELA,
Y SABES QUE NO ERES LA MARIONETA DE NADIE,
ASÍ QUE, BIENVENIDO A LA MÁQUINA.
BIENVENIDO, HIJO MÍO,
BIENVENIDO A LA MÁQUINA.
¿QUE SOÑASTE?
NO IMPORTA, TE DIREMOS QUÉ DEBES SOÑAR.
SOÑASTE CON UNA GRAN ESTRELLA;
ÉL TOCABA UNA GUITARRA MISERABLE.
COMÍA SIEMPRE EN EL STEAK BAR.
LE ENCANTABA CONDUCIR SU JAGUAR.
ASÍ QUE, BIENVENIDO A LA MÁQUINA.

Pink Floyd

Shine on you crazy diamond (I - V)

Remember when you were young,
you shone like the sun.
Shine on you, crazy diamond.
Now there's a look in your eyes,
like black holes in the sky.
Shine on you, crazy diamond.
You were caught in the crossfire,
of childhood and stardom
blown on the steel breeze.
Come on you target for faraway laughter,
come on you stranger, you legend, you martyr,
and shine!
You reached for the secret too soon,
and you cried for the moon.
Shine on you, crazy diamond.
Threatened by shadows at night,
and exposed in the light.
Shine on you, crazy diamond.
Well you wore out your welcome
with random precision
rode on the steel breeze.
Come on you raver, you seer of visions,
come on you painter, you piper, you prisioner,
and shine!


Y ahora, en castellano…


Recuerda cuando eras joven,
brillabas como el sol.
Sigue brillando, diamante loco.
Ahora hay una mirada en tus ojos,
como agujeros negros en el cielo.
Sigue brillando, diamante loco.
Quedaste atrapado en el fuego cruzado,
de la infancia y el estrellato
llevado por la brisa de acero.
¡Adelante! blanco de risas lejanas,
¡adelante forastero!, leyenda, mártir,
y ¡brilla!
Perseguiste el secreto demasiado pronto,
y lloraste por la luna.
Sigue brillando, diamante loco.
Amenazado por las sombras de la
noche, e indefenso en la luz.
Sigue brillando, diamante loco.
Dejaste de ser bienvenido
con precisión aleatoria
cabalgando la brisa de acero.
¡Adelante!, loco delirante y visionario,
¡adelante pintor!, gaitero, prisionero,
y ¡brilla!

Pink Floyd

Shine on you crazy diamond (VI - IX)

Nobody knows where you are,
how near or how far.
Shine on you, crazy diamond.
Pile on many more layers,
and I´ll be joining you there.
Shine on you, crazy diamond.
And we´ll bask in the shadow
of yesterday´s triumph
and sail on the steel breeze.
Come on you boychild, you winner and
loser,
come on you miner for truth
and delusion and shine!

Nadie sabe donde estás,
cómo de cerca o a qué distancia.
Sigue brillando, diamante loco.
Amontona muchas más capas,
y yo te alcanzaré allí.
Sigue brillando, diamante loco.
Y nos dejaremos acariciar en la sombra
de los triunfos del pasado
y navegaremos en la brisa de acero.
¡Adelante chico!, ganador y
perdedor,
¡adelante!, minero de verdad y engaño,
y ¡brilla!

GRADIVA: una fantasía pompeyana (1903). Wilhelm Jensen.


Norbert Hanold, un joven arqueólogo alemán, deja de vivir para dedicarse enteramente a sus investigaciones, obsesionándose por el andar que representa a una joven virgen romana -bautizada como Gradiva- en un bajorrelieve que ha adquirido en Roma. Observando en las jóvenes este andar, él ocupa sus sueños y se imagina en la época de la destrucción de Pompeya. El arqueólogo viajará a la ciudad del Vesubio y se encontrará en carne y hueso a Gradiva, que le habla en su lengua y se le revela como una compañera de juegos infantiles. El rostro y la voz de Gradiva, así como su andar, turban y conmueven a Hanold, que los ve como la llave de la felicidad. El reino de los muertos, en una súbita revelación, cede a la rosa de la vida.

Estamos ante una versión tardía del mito de Pigmalión, una fábula sobre el poder del deseo, capaz de convertir la piedra en carne y la imagen en realidad viva. Una narración que Sigmund Freud y los surrealistas consagraron e interpretaron, donde Gradiva (delirio y sueño) es la terapia psicológica del héroe.

Freud leyó la novela con entusiasmo y en su estudio El delirio y los sueños en la Gradiva de Jensen (1907) la abordó no sólo como un material muy rico para el análisis, sino como una verdadera premonición de la terapia psicoanalítica, con su indagación arqueológica del ello y su esfuerzo por hacer aflorar a la conciencia los recuerdos reprimidos. El texto de Freud se tradujo al francés en 1931 e inmediatamente atrajo el interés de los surrealistas; de Breton, Ernst o André Masson. Pero fue Dalí quien se apropió más personalmente del mito, haciendo de Gradiva uno de los avatares de su eterno femenino, identificado con Gala. Igual que la muchacha de la novela había “despertado” a Norbert realizando sus sueños, Gala encarnaba las fantasías eróticas de Dalí y así podía librarle de ellas, sacándole de su mundo onanista y solipsista.

Charles Baudelaire


LA DESTRUCCIÓN
(Las flores del mal, 1857)

A mi lado el Demonio sin cesar se revuelve;
nada a mi alrededor como un aire impalpable;
yo lo trago y lo siento quemando mis pulmones
y de un deseo eterno y culpable llenarlos.

Toma a veces, pues sabe cuánto me gusta el Arte,
la forma de la más seductora mujer,
y, bajo el engañoso pretexto de la murria,
acostumbra mis labios a sus filtros infames.

Así me lleva, lejos de la vista de Dios,
jadeante y trizado de fatigas, en medio
de llanuras de Hastío, profundas y desiertas,

y en mis pupilas llenas de confusión arroja
mancillados vestidos, heridas palpitantes,
y de la Destrucción el sangrante boato.

Charles Baudelaire


LA NEGACIÓN DE SAN PEDRO (Rebelión, 1852)

¿Qué hace Dios, con la ola de blasfemias que sube
todos los días hacia sus caros serafines?
Cual un tirano ahíto de comida y de vino,
se duerme al dulce ruido de nuestros anatemas.

Los llantos de los mártires y los ajusticiados
son una sinfonía sin duda embriagadora,
pues, con toda la sangre que su deleite cuesta,
todavía los cielos no cesan de saciarse.

- ¡Jesús, recuerda el monte de los Olivos! ¡Ah!
En tu simplicidad de rodillas rezabas
a quien desde sus cielos reía con los clavos
que en tus carnes clavaban los infames verdugos,

cuando viste escupir en tu divinidad
la escoria de los cuerpos de guardia y las cocinas,
y cuando tú sentiste las espinas hendiendo
tu cráneo en que vivía la Humanidad inmensa;

cuando el horrible peso de tu cuerpo quebrado
alargaba tus brazos colgantes, y tu sangre
y sudor chorreaban de tu pálida frente,
y cual blanco delante de todos te pusieron.

¿Soñabas tú en los días tan brillantes y hermosos
en que a cumplir viniste la promesa eternal,
en los que recorrías, montado en la borrica,
caminos alfombrados de ramajes y flores,

en que, hinchando tu pecho de valor y esperanza,
azotaba a los viles mercaderes tu brazo,
y fuiste al fin maestro? ¿Es que el remordimiento
no pasó tu costado aún antes que la lanza?

–En cuanto a mí, en verdad, satisfecho saldré
de un mundo en que la acción no es la hermana del sueño;
¡pueda yo usar el hierro, y morir por el hierro!
San Pedro ha renegado de Jesús... ¡Y ha hecho bien!.

Charles Baudelaire


AL LECTOR
(La revue deux mondes, 1855)

El pecado, el error, la idiotez, la avaricia,
nuestro espíritu ocupan y el cuerpo nos desgastan,
y a los remordimientos amables engordamos
igual que a sus parásitos los pordioseros nutren.

Nuestro pecar es terco, la contrición cobarde;
cómodamente hacemos pagar la confesión,
y volvemos alegres al camino enfangado
pensando que un vil llanto lave todas las faltas.

En la almohada del mal es Satán Trismegisto
quien largamente mece nuestro hechizado espíritu,
y el preciado metal de nuestra voluntad
este sabio alquimista por completo evapora.

¡El Diablo los hilos que nos mueven sujeta!
Encontramos encantos en cosas repugnantes;
hacia el infierno damos un paso cada día,
sin horror, a través de tinieblas que hieden.

Igual que un libertino pobre que besa y come
el pecho torturado de una antigua ramera,
robamos al pasar un placer clandestino
que exprimimos con fuerza cual a vieja naranja.

Preso y hormigueante, como un millón de helmintos,
un pueblo de Demonios nos bulle en el cerebro,
y cuando respiramos, la Muerte a los pulmones
baja, río invisible, con apagadas quejas.

Si el estupro, el puñal, el veneno, el incendio,
no bordaron aún con sus gratos dibujos
el banal cañamazo de nuestra suerte mísera,
es que nuestra alma, ¡ay!, no es lo bastante osada.

Pero entre los chacales, las panteras, los linces,
los simios, las serpientes, los buitres y escorpiones,
los monstruos aulladores, gritadores, rampantes,
en el infame zoo de nuestras corrupciones,

¡hay uno más malvado, más inmundo, más feo!,
Aunque no gesticule ni lance grandes gritos,
gustosamente haría de la tierra un desecho
y dentro de un bostezo al mundo engulliría;

¡Es el Hastío! - el ojo lleno de involuntario
llanto, sueña cadalsos, mientras fuma su pipa.
Lector, tú ya conoces a ese monstruo exquisito,
¡Mi semejante, - hipócrita lector, - hermano mío!.

Miguel Hernández


ACEITUNEROS
(Viento del pueblo, 1936, 1937)

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?

No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.

Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.

Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento.

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién
amamantó los olivos?

Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.

No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.

Árboles que vuestro afán
consagró al centro del día
eran principio de un pan
que sólo el otro comía.

¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre vuestros huesos!

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
pregunta mi alma: ¿de quién,
de quién son estos olivos?

Jaén, levántate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.

Dentro de la claridad
del aceite y sus aromas,
indican tu libertad
la libertad de tus lomas.

Miguel Hernández


ELEGÍA
(El rayo que no cesa, 1934-1935)

(En Orihuela, su pueblo y el mío, se
me ha muerto como del rayo Ramón Sijé,
con quien tanto quería.)

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata le requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.

(10 de enero de 1936)

Jorge Luis Borges


LA ESCRITURA DEL DIOS (El Aleph, 1949)


La cárcel es profunda y de piedra; su forma, la de un hemisferio casi perfecto, si bien el piso (que también es de piedra) es algo menor que un círculo máximo, hecho que agrava de algún modo los sentimientos de opresión y de vastedad. Un muro medianero la corta; éste, aunque altísimo, no toca la parte superior de la bóveda; de un lado estoy yo, Tzinacán, mago de la pirámide de Qaholom, que Pedro de Alvarado incendió; del otro hay un jaguar, que mide con secretos pasos iguales el tiempo y el espacio del cautiverio. A ras del suelo, una larga ventana con barrotes corta el muro central. En la hora sin sombra [el mediodía], se abre una trampa en lo alto y un carcelero que han ido borrando los años maniobra una roldana de hierro, y nos baja, en la punta de un cordel, cántaros con agua y trozos de carne. La luz entra en la bóveda; en ese instante puedo ver al jaguar.
He perdido la cifra de los años que yazgo en la tiniebla; yo, que alguna vez era joven y podía caminar por esta prisión, no hago otra cosa que aguardar, en la postura de mi muerte, el fin que me destinan los dioses. Con el hondo cuchillo de pedernal he abierto el pecho de las víctimas y ahora no podría, sin magia, levantarme del polvo.
La víspera del incendio de la Pirámide, los hombres que bajaron de altos caballos me castigaron con metales ardientes para que revelara el lugar de un tesoro escondido. Abatieron, delante de mis ojos, el ídolo del dios, pero éste no me abandonó y me mantuve silencioso entre los tormentos. Me laceraron, me rompieron, me deformaron y luego desperté en esta cárcel, que ya no dejaré en mi vida mortal.
Urgido por la fatalidad de hacer algo, de poblar de algún modo el tiempo, quise recordar, en mi sombra, todo lo que sabía. Noches enteras malgasté en recordar el orden y el número de unas sierpes de piedra o la forma de un árbol medicinal. Así fui revelando los años, así fui entrando en posesión de lo que ya era mío. Una noche sentí que me acercaba a un recuerdo preciso; antes de ver el mar, el viajero siente una agitación en la sangre. Horas después empecé a avistar el recuerdo; era una de las tradiciones del dios. Éste, previendo que en el fin de los tiempos ocurrirían muchas desventuras y ruinas, escribió el primer día de la Creación una sentencia mágica, apta para conjurar esos males. La escribió de manera que llegara a las más apartadas generaciones y que no la tocara el azar. Nadie sabe en qué punto la escribió, ni con qué caracteres, pero nos consta que perdura, secreta, y que la leerá un elegido. Consideré que estábamos, como siempre, en el fin de los tiempos y que mi destino de último sacerdote del dios me daría acceso al privilegio de intuir esa escritura. El hecho de que me rodeara una cárcel no me vedaba esa esperanza; acaso yo había visto miles de veces la inscripción de Qaholom y sólo me faltaba entenderla.
Esta reflexión me animó y luego me infundió una especie de vértigo. En el ámbito de la tierra hay formas antiguas, formas incorruptibles y eternas; cualquiera de ellas podía ser el símbolo buscado. Una montaña podía ser la palabra del dios, o un río o el imperio o la configuración de los astros. Pero en el curso de los siglos las montañas se allanan y el camino de un río suele desviarse y los imperios conocen mutaciones y estragos y la figura de los astros varía. En el firmamento hay mudanza. La montaña y la estrella son individuos y los individuos caducan. Busqué algo más tenaz, más vulnerable. Pensé en las generaciones de los cereales, de los pastos, de los pájaros, de los hombres. Quizá en mi cara estuviera escrita la magia, quizá yo mismo fuera el fin de mi busca. En ese afán estaba cuando recordé que el jaguar era uno de los atributos del dios.
Entonces mi alma se llenó de piedad. Imaginé la primera mañana del tiempo, imaginé a mi dios confiando el mensaje a la piel viva de los jaguares, que se amarían y se engendrarían sin fin, en cavernas, en cañaverales, en islas, para que los últimos hombres lo recibieran. Imaginé esa red de tigres, ese caliente laberinto de tigres, dando horror a los prados y a los rebaños para conservar un dibujo. En la otra celda había un jaguar; en su vecindad percibí una confirmación de mi conjetura y un secreto favor.
Dediqué largos años a aprender el orden y la configuración de las manchas. Cada ciega jornada me concedía un instante de luz, y así pude fijar en la mente las negras formas que tachaban el pelaje amarillo. Algunas incluían puntos; otras formaban rayas trasversales en la cara interior de las piernas; otras, anulares, se repetían. Acaso eran un mismo sonido o una misma palabra. Muchas tenían bordes rojos.
No diré las fatigas de mi labor. Más de una vez grité a la bóveda que era imposible descifrar aquel texto. Gradualmente, el enigma concreto que me atareaba me inquietó menos que el enigma genérico de una sentencia escrita por un dios. ¿Qué tipo de sentencia (me pregunté) construirá una mente absoluta? Consideré que aun en los lenguajes humanos no hay proposición que no implique el universo entero; decir el tigre es decir los tigres que lo engendraron, los ciervos y tortugas que devoró, el pasto de que se alimentaron los ciervos, la tierra que fue madre del pasto, el cielo que dio luz a la tierra. Consideré que en el lenguaje de un dios toda palabra enunciaría esa infinita concatenación de los hechos, y no de un modo implícito, sino explícito, y no de un modo progresivo, sino inmediato. Con el tiempo, la noción de una sentencia divina parecióme pueril o blasfematoria. Un dios, reflexioné, sólo debe decir una palabra y en esa palabra la plenitud. Ninguna voz articulada por él puede ser inferior al universo o menos que la suma del tiempo. Sombras o simulacros de esa voz que equivale a un lenguaje y a cuanto puede comprender un lenguaje son las ambiciosas y pobres voces humanas, todo, mundo, universo.
Un día o una noche —entre mis días y mis noches, ¿qué diferencia cabe?— soñé que en el piso de la cárcel había un grano de arena. Volví a dormir, indiferente; soñé que despertaba y que había dos granos de arena. Volví a dormir; soñé que los granos de arena eran tres. Fueron, así, multiplicándose hasta colmar la cárcel y yo moría bajo ese hemisferio de arena. Comprendí que estaba soñando; con un vasto esfuerzo me desperté. El despertar fue inútil; la innumerable arena me sofocaba. Alguien me dijo: No has despertado a la vigilia, sino a un sueño anterior. Ese sueño está dentro de otro, y así hasta lo infinito, que es el número de los granos de arena. El camino que habrás de desandar es interminable y morirás antes de haber despertado realmente.
Me sentí perdido. La arena me rompía la boca, pero grité: Ni una arena soñada puede matarme, ni hay sueños que estén dentro de sueños. Un resplandor me despertó. En la tiniebla superior se cernía un círculo de luz. Vi la cara y las manos del carcelero, la roldana, el cordel, la carne y los cántaros.
Un hombre se confunde, gradualmente, con la forma de su destino; un hombre es, a la larga, sus circunstancias. Más que un descifrador o un vengador, más que un sacerdote del dios, yo era un encarcelado. Del incansable laberinto de sueños yo regresé como a mi casa a la dura prisión. Bendije su humedad, bendije su tigre, bendije el agujero de luz, bendije mi viejo cuerpo doliente, bendije la tiniebla y la piedra.
Entonces ocurrió lo que no puedo olvidar ni comunicar. Ocurrió la unión con la divinidad, con el universo (no sé si estas palabras difieren). El éxtasis no repite sus símbolos; hay quien ha visto a Dios en un resplandor, hay quien lo ha percibido en una espada o en los círculos de una rosa. Yo vi una Rueda altísima, que no estaba delante de mis ojos, ni detrás, ni a los lados, sino en todas partes, a un tiempo. Esa Rueda estaba hecha de agua, pero también de fuego, y era (aunque se veía el borde) infinita. Entretejidas, la formaban todas las cosas que serán, que son y que fueron, y yo era una de las hebras de esa trama total, y Pedro de Alvarado, que me dio tormento, era otra. Ahí estaban las causas y los efectos y me bastaba ver esa Rueda para entenderlo todo, sin fin. ¡Oh dicha de entender, mayor que la de imaginar o la de sentir! Vi el universo y vi los íntimos designios del universo. Vi los orígenes que narra el Libro del Común. Vi las montañas que surgieron del agua, vi los primeros hombres de palo, vi las tinajas que se volvieron contra los hombres, vi los perros que les destrozaron las caras. Vi el dios sin cara que hay detrás de los dioses. Vi infinitos procesos que formaban una sola felicidad y, entendiéndolo todo, alcancé también a entender la escriturad del tigre.
Es una fórmula de catorce palabras casuales (que parecen casuales) y me bastaría decirla en voz alta para ser todopoderoso. Me bastaría decirla para abolir esta cárcel de piedra, para que el día entrara en mi noche, para ser joven, para ser inmortal, para que el tigre destrozara a Alvarado, para sumir el santo cuchillo en pechos españoles, para reconstruir la pirámide, para reconstruir el imperio. Cuarenta sílabas, catorce palabras, y yo, Tzinacán, regiría las tierras que rigió Moctezuma. Pero yo sé que nunca diré esas palabras, porque ya no me acuerdo de Tzinacán.
Que muera conmigo el misterio que está escrito en los tigres. Quien ha entrevisto el universo, quien ha entrevisto los ardientes designios del universo, no puede pensar en un hombre, en sus triviales dichas o desventuras, aunque ese hombre sea él. Ese hombre ha sido él y ahora no le importa. Qué le importa la suerte de aquel otro, qué le importa la nación de aquel otro, si él, ahora es nadie. Por eso no pronuncio la fórmula, por eso dejo que me olviden los días, acostado en la oscuridad.

A Emma Risso Platero