sábado, 19 de diciembre de 2009

Rechazo al empirismo

"He soñado, a menudo, que estoy en esta habitación. He soñado que he estado sentado cerca de la chimenea, calentándome las manos al fuego. Cuando sueño no siento nunca duda sobre la verdad de mis sueños; cuando he soñado que estaba sentado en esta habitación, me ha sido imposible dudar que fuera verdad. No obstante, ha resultado después que era un sueño y que, por tanto, yo no estaba en esta habitación sino en mi cama. ¿Cómo puedo, en la situación en que me encuentro ahora, probar que no estoy soñando? Es psicológicamente imposible para mí dudar de que estoy despierto. No es un sueño el que yo esté ahora escribiendo en este papel; puedo decir incluso que que no estoy soñando. Pero decir que yo sé, es estar obligado a responder a la cuestión de cómo lo sé -debo poder probar que no estoy soñando-. Si no puedo encontrar los criterios según los cuales puedo probar que no sueño, ¿cómo puedo entonces justificarme al declarar que yo lo sé? Se podría argumentar que otros seres humanos pueden informarme de que estoy despierto y, por consiguiente, no sueño; ellos pueden certificar que, en efecto, estoy en esta habitación escribiendo en este papel, etcétera. Pero, obviamente, éste no puede ser un argumento decisivo, decisivo en el sentido en que excluyera toda posible duda, porque, ¿cómo puedo responder la cuestión? ¿cómo puedo probar que no sueño que otros seres humanos estén sentados en esta habitación e informándome de que estoy despierto y no dormido? Ni serviría que yo intentara pincharme en el brazo para probar que estoy despierto, porque puedo soñar que me pincho en el brazo.
En otras palabras, cualquiera que sea el criterio que proponga será siempre posible que sueñe que aplico este criterio..."

excepto uno: COGITO ERGO SUM (Pienso, luego existo)

Descartes


No hay comentarios:

Publicar un comentario