lunes, 6 de julio de 2009

Joseph Beuys

Joseph Beuys (Krefeld, Alemania, 12 de mayo de 1921) es uno de los pocos artistas del arte último del siglo XX que conoció con acritud la Segunda Guerra Mundial. La vivió como telegrafista y combatiendo como piloto de combate de la Luftwaffe, en donde pronto se vio sometido a un brusco encuentro con la realidad. A los diecisiete años entró en la filas de las juventudes hitlerianas y dos años después fue movilizado. Beuys vio la muerte de cerca; herido de cierta gravedad cinco veces, se le extirpó el bazo y en el invierno de 1943 fue abatido por la defensa antiaérea rusa tras una misión en Crimea. Ésta es la única acción de guerra que Beuys parece recordar con cierta intensidad, pero no tanto por la acción en sí, en la que se fracturó el cráneo y se rompió costillas, piernas y brazos, sino porque fue salvado de la muerte segura por un grupo de tártaros nómadas que lo curaron ungiendo sus heridas con grasa animal y cubriendo su cuerpo con fieltro (dos materiales que utilizará muy a menudo en sus creaciones). Al acabar la guerra estudia en la Academia de Bellas Artes de Düsseldorf de la que más tarde será profesor de escultura, allí desarrolla el concepto de arte ampliado y de escultura social, que en un primer momento se plasma en sus acciones, concebidas a modo de performances y cargadas de contenidos rituales. Sus experiencias le llevan a crear una concepción chamánica de su labor como artista. La herida y la curación como vías de conocimiento y de liberación, junto a presupuestos ecologistas serán los temas fundamentales en su trabajo. En los años cincuenta realiza una obra llena de crudeza y tosquedad acentuada por la utilización de madera mal cortada, metales calcinados, toda clase de basuras, materiales de desecho, etc. Es entonces cuando comienza a hacer sus característicos dibujos, grabados y acuarelas de factura rápida en donde ya surge su particular universo: ciervos, renos, osos y otros animales más difíciles de identificar. En torno a 1960 sus piezas quedan definidas por la utilización de materiales como el cobre, la madera, el fieltro, la grasa, el hueso… en una dialéctica que se articula entre lo rígido y lo maleable, lo preciso y lo flexible, lo didáctico y lo espontáneo. Atraído por el movimiento Fluxus 1, Beuys desarrolla una obra enormemente compleja de marcado carácter conceptual cuyos numerosos performances y happenings, realizados entre 1963 y 1974, ejercerán una influencia decisiva sobre el arte occidental producido en los últimos años. Por su impacto, hay que destacar entre todos ellos: Cómo se explican los cuadros a una liebre muerta (1965), Eurasia: movimiento 32 de la sinfonía siberiana (1966), Celtic (1970-71), Situación inquietante (1985) o la que realiza entre el 23 y el 25 de mayo de 1974 en la inauguración de la Galería René Block de Nueva York, Me gusta América y a América le gusto yo, en donde permaneció tres días y tres noches conviviendo con un coyote. La aristada figura de J. Beuys debe situarse en el ámbito cronológico y conceptual de las acciones de los artistas povera europeos y los antiforma o procesuales norteamericanos. En tal sentido su obra ha supuesto una aportación notable al cambio radical de actitud hacia las formas, los materiales, el sentido espacial y la propia función de la escultura, entendiendo la escultura como una compleja superposición y encadenamiento de campos autobiográficos, sociales, históricos, míticos y artísticos. J. Beuys repensó la realidad del arte en función de una actitud política, social y creativamente crítica a partir de la cual el objeto artístico, desligado de toda servidumbre estética, se concibe como un gesto vital y simbólico, como residuo de una operación mental, como activador de acciones sociales y como un hecho antropológico.


1 Fluxus es un movimiento internacional que se desarrolla a partir de 1961 dentro del nuevo interés que surge tanto en Estados Unidos como en Europa por el dadá y la figura de John Cage. No mira a la idea de la vanguardia como renovación lingüística, sino que pretende hacer un uso distinto de los canales oficiales del arte que se separa de todo lenguaje específico; es decir, pretende la interdisciplinariedad y la adopción de medios y materiales procedentes de diferentes campos. El lenguaje no es el fin, sino el medio para una noción renovada del arte, entendido como "arte total". Participan en este movimiento artistas como Brecht, Higgins, Al Hansen, Kaprow, Nam June Paik, Vostell y La Monte Young. En 1963 Joseph Beuys se une a Fluxus en Düsseldorf y los conciertos del grupo de multiplican por toda Europa. En Fluxus se mezcla la alta cultura con la popular, el arte, el juego, lo insignificante y un inexistente valor mercantil del producto o acciones realizadas.



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